Málaga se viste de feria estos días (16-24 agosto). Comenzó como siempre con el pregón y el espectáculo de fuegos artificiales al filo de la media noche del viernes 15 de agosto en la playa de La Malagueta. Luce lunares típicos en tonos rojos, blancos, verdes...otros más atrevidos: amarillos, rosas, naranjas... una amalgama de lunares por doquier en todo tipo de complementos: sombreros, abanicos, pulseras y collares. En la vestimenta “a full” con trajes de flamenca en jóvenes y mayores. Quien se ha olvidado el vestido en casa, o empalma fiesta tras salir del trabajo se planta una flor en el pelo, o tambalea una bata de cola improvisada o simplemente se pone unos vaqueros con un short alunarado.
Las calles huelen a fiesta, a jazmín (biznagas), a vinitos dulces en cada esquina (Moscatel, Cartojal, Pajarete, Sol de Málaga, tinto, rosado, blanco, rueda, rioja...). Camino del trabajo, paso por Calle Alcazabilla y al doblar la esquina veo el típico “Pimpi” repleto de malagueños y guiris degustando sus vinitos y leyendo todas las firmas que los famosos han plasmado en los barriles de madera donde se conserva el vino en sus bodegas. Sin olvidarnos de “la garrafita” “el Quitapenas”... No falta el olor del “pescaíto frito” en cada tasca, bar, restaurante o a pie de playa en los chiriguitos. Además de berenjenas fritas con miel, salmorejo, ajo blanco, papas bravas, chorizos criollos...
Todo el centro está lleno de casetas que simulan fachadas de los típicos pueblos blancos andaluces o patios interiores malagueños con sus típicas rejas en las ventanas y macetas coloridas.
Las actuaciones musicales desde Bisbal, a Arrebato, La Quinta Estación, Diana Navarro, pasando por Carlos Baute, David Bustamante o Jarabe de Palo. Por otro lado, para los amantes del flamenco, la caseta Municipal del Flamenco y la Caseta de Verdiales ofrecen una gran cantidad de actuaciones que son de las más visitadas de todo el Real. En los alrededores de los recintos siempre hay gente mirando hacia el interior, que suele estar a rebosar.
Los amantes del mundo del toro también tienen su punto de encuentro todas las tardes en la plaza de la Malagueta, donde se celebrarán corridas de la mano de los más importantes toreros del momento. “La Malagueta” llena su aforo para adultos con las corridas y para pequeños con el espectáculo cómico “EL BOMBERO TORERO Y SUS ENANITOS TOREROS”.
Los coches de caballo adornan las calles con sus complementos en las crines y su galope acompasado por las calles de Málaga.
Todo un marco especial en que se agrupan colores, sabores, olores, cantes improvisados que salen de lo más hondo de la garganta y bailes que los acompañan.
Y será el día domingo 24 a las 00 horas de nuevo que el cielo de Málaga se vuelve a llenar de luces con un castillo de fuegos artificiales que indica que la feria ha terminado por este año.
Son mis impresiones sobre la Feria de la ciudad de Málaga. Fiesta que vivo más intensamente de día y en el centro por vivir en el casco antiguo, zona donde se desarrolla todo el jolgorio de la “feria de día”. Tampoco me he tirado excesivas juergas en la Feria, pero me gusta cómo se viste Málaga estos días, sus tradiciones, su colorido y su ambiente.
Solo deciros a los que no la conocéis que o animéis a venir, a conocerla y a disfrutarla.
Las calles huelen a fiesta, a jazmín (biznagas), a vinitos dulces en cada esquina (Moscatel, Cartojal, Pajarete, Sol de Málaga, tinto, rosado, blanco, rueda, rioja...). Camino del trabajo, paso por Calle Alcazabilla y al doblar la esquina veo el típico “Pimpi” repleto de malagueños y guiris degustando sus vinitos y leyendo todas las firmas que los famosos han plasmado en los barriles de madera donde se conserva el vino en sus bodegas. Sin olvidarnos de “la garrafita” “el Quitapenas”... No falta el olor del “pescaíto frito” en cada tasca, bar, restaurante o a pie de playa en los chiriguitos. Además de berenjenas fritas con miel, salmorejo, ajo blanco, papas bravas, chorizos criollos...
Todo el centro está lleno de casetas que simulan fachadas de los típicos pueblos blancos andaluces o patios interiores malagueños con sus típicas rejas en las ventanas y macetas coloridas.
Las actuaciones musicales desde Bisbal, a Arrebato, La Quinta Estación, Diana Navarro, pasando por Carlos Baute, David Bustamante o Jarabe de Palo. Por otro lado, para los amantes del flamenco, la caseta Municipal del Flamenco y la Caseta de Verdiales ofrecen una gran cantidad de actuaciones que son de las más visitadas de todo el Real. En los alrededores de los recintos siempre hay gente mirando hacia el interior, que suele estar a rebosar.
Los amantes del mundo del toro también tienen su punto de encuentro todas las tardes en la plaza de la Malagueta, donde se celebrarán corridas de la mano de los más importantes toreros del momento. “La Malagueta” llena su aforo para adultos con las corridas y para pequeños con el espectáculo cómico “EL BOMBERO TORERO Y SUS ENANITOS TOREROS”.
Los coches de caballo adornan las calles con sus complementos en las crines y su galope acompasado por las calles de Málaga.
Todo un marco especial en que se agrupan colores, sabores, olores, cantes improvisados que salen de lo más hondo de la garganta y bailes que los acompañan.
Y será el día domingo 24 a las 00 horas de nuevo que el cielo de Málaga se vuelve a llenar de luces con un castillo de fuegos artificiales que indica que la feria ha terminado por este año.
Son mis impresiones sobre la Feria de la ciudad de Málaga. Fiesta que vivo más intensamente de día y en el centro por vivir en el casco antiguo, zona donde se desarrolla todo el jolgorio de la “feria de día”. Tampoco me he tirado excesivas juergas en la Feria, pero me gusta cómo se viste Málaga estos días, sus tradiciones, su colorido y su ambiente.
Solo deciros a los que no la conocéis que o animéis a venir, a conocerla y a disfrutarla.
ESTE POST SE LO DEDICO A MI COMPI DE CURRO : MYRIAM...
”ella sí que está disfrutando a tope esta Feria...” ;)
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